Mono veo, en mono me convierto.
El mono se burla de ti
Se sube a tu espalda, no te suelta
Te devora el corazón
Hasta llegar a tu alma.
Te hace creer en lo que no ves
Te hace creer en sueños que no son reales.
Pone una zanahoria delante de ti
Para que hagas lo que él quiere.
Soy el fantasma de Edmond Dantes
Jean Valjean huyendo
Soy el rostro en el espejo
Que te dice: „No te rindas“.
El domingo en la iglesia rogamos al Señor
El resto de la semana tú eres el hijo del diablo.
El cura en el sermón: „Polvo eres, en polvo te convertirás“
Como un juego de marionetas que tira de los hilos.
Abracadabra con un poco de incienso
A la vista de la reliquia de un Santo, ¿olvidaste la verdad?
Los tontos en el templo no comprenden nada
Jesucristo lo enseñó de otra manera.
Me llaman Tomás el incrédulo
Soy el hijo pródigo de regreso a casa
Solo soy un peregrino cansado
Camino de Damasco.
Estamos al final de la cadena alimenticia
Pero no tenemos seguridad de lo que comemos
El pescado brilla en la oscuridad
La carne tiene un gusto raro
Cosechamos sobre una tierra contaminada.
Todo lo que comemos está infectado de petróleo
Islas de plástico flotan en el mar.
A nadie le importa nuestra madre tierra moribunda
Cambiamos el curso de los ríos
Envenenamos los lagos, nivelamos las montañas
Nos asesinamos mutuamente.
No hay necesidad de ningún profeta
Hasta un ciego lo podría ver
No hay necesidad de nuevos políticos
Que únicamente empuercan el viento.
„…ismo … ista“ aquí
„…ismo … ista“ allá
Ellos ponen una terminación a tu nombre, amigo mío
Y a continuación te registran en un fichero.
Recibes la libertad justa, para mantenerte a raya
Las trampas del ordenador enturbian el espíritu.
Vivimos en un clima de miedo
Nuestros valores se venden para pagar la renta
Un silencio cada vez más profundo cubre el mundo
Un silencio mortal antes de la tempestad.
Ya he atravesado el Rubicón
Combato por el amor y la paz
Seré el Apostol de las causas desesperadas
Seré el exterminador de la hipocresía.