Aquí estamos de nuevo,
cara a cara, frente al mundo en el que vivimos.
Los hombres trajeados, ten cuidado …
se están recluyendo.
Es hora de reforzar las barricadas.
Entorno al inodoro
nos asfixiamos en las mentiras contadas,
nos ahogamos en la suciedad …
Mientras el gobierno aumenta el control,
la anarquía reina en el ambiente .
Medidas arbitrarias conducen a la guerra,
sociedades globales tiran de los hilos.
La vida no vale nada.
Cuando la ganancia es el nombre del juego,
hace hora extras el matadero.
Al principio escriben la Constitución,
Razón y corazón, todos lo creímos verdaderamente.
Era un gobierno por y para la gente,
de justicia e igualdad para todos.
Entonces empezó la enfermedad.
El capitalismo convirtiendose en una enfermedad terminal.
Qué malvada urdimbre tejen
los políticos cuando practican el engaño.
Fundaciones de la alta sociedad,
construidas sobre pilares de sal.
Puntualmente sintieron las olas de la verdad …
llevándose toda falsedad.
Y el castillo de naipes se derrumbará.
La hipocresía de la democracia.
Igualdad puede ser una palabra tan peligrosa,
cuando aprendemos a forjarla como un arma …
contra todo aquel que se nos pone en el camino.
Al final, sólo los cementerios conocen la igualdad.
El dinero no manda, maldice.
Parece que nunca, nunca tenemos suficiente.
Esta obsesión por poseer, cuídate …
O llegará el día
en el que pertenezcas a todo lo que posees.
Al principio fue la palabra.
De corazón todos lo creíamos.
Moisés reicibió los Mandamientos, los apóstoles los evangelios,
las enseñanzas de Mahoma y de Martín Lutero.
Se tergiversó el mensaje, por alguna razón,
hasta olvidar la verdad originaria.
“Trata a tus semejantes
como quisieras que ellos te tratasen”.
La falsa piedad esgrime una espada suicida.
Lógica ciega de beatos,
cruzando la frontera sin retorno …
dónde circulan rumores despiadados
de que, realmente, eres diferente de él, ella, ese o aquel.
Católicos, protestantes, musulmanes, judíos,
los hijos de Abraham con sus libros sagrados.
Las llamas del odio crecen …
alimentadas por la ignorancia de un simple hecho.
El terrorismo es el último grito desesperado de los oprimidos.
dios NO tiene religión.
dios NO toma, ni elige partido.
dios NO se sienta en ningún tribunal humano,
dios es una palabra de cuatro letras …
¡Y esta palabra es amor!
Pregunto de nuevo,
¿crees que podemos cambiar algo
para detener esta locura antes de que sea demasiado tarde?
No quieres estar solo, yo siempre estaré ahí …
luchando con mi pequeño ejército de palabras.
© Michael de Jong ® Dutch Uncle Music STEMRA 2009